miércoles, 13 de julio de 2011

El principio

A mi regreso del restorán del tano, donde trabajaba a la noche, era una noche fría y oscura ahora sí que se pone buena la historiaestaciono el auto, levanto la vista y diviso una figura que debería ser la del muchachito. ¿Recuerdan que no tengo buena vista de lejos, no? Subo la rampa, abro la puerta y el potencial candidato con atuendo deportivo, que entonces me daba la espalda, gira y... como dice Tom Hanks en la película Sintonía de Amor: "Fue como... magia". http://www.youtube.com/watch?v=l4wxX2OtNboJa, no, no fue tan así, pero esos ojitos verdes me hechizaron. Al candidato le cerró el "trato", y así fue como Jon se convirtió en mi nuevo flattie. 



Si bien instaló sus petates en su cuarto a los pocos días, no habitó el departamento por algunas semanas porque estaba cuidando la casa de uno de sus compañeros de trabajo, y siempre que pasaba yo no  estaba. ¡Sí me la pasaba trabajando en ese entonces! ¡Bien puesto el nombre de la visa working holiday!
Cuando finalmente se mudó, comenzó la etapa de ok, sí te partís, pero quién sos? Y una tarde tuvimos la charla de reconocimiento en el sofá, frente al mar, con música de violines. Esa fue la charla de reconocimiento, de intercambio de historias de vidas pasadas y por qué vinimos a Nueva Zelanda. Y cómo terminamos en 209A.




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